Estos Remedios Caseros Acaban con el Estreñimiento al Instante!
La persona que padece estreñimiento es consciente de su
problema porque disminuye la frecuencia de evacuación incrementando el esfuerzo
para su expulsión, que en ocasiones puede venir acompañado de dolor, gases y
distensión abdominal.
Esta condición puede deberse a un problema transitorio como
una mala digestión o un cambio de los hábitos alimenticios que requiera
adaptación, pero también puede producirse por enfermedades u otros trastornos
más severos.
Causas y tratamiento del estreñimiento
Malos hábitos alimenticios es la principal causa del
estreñimiento y puede tratarse de una condición transitoria o permanente.
Cuando combinamos alimentos inadecuados o comemos en exceso,
puede afectar al proceso normal de la digestión y causar fermentaciones intestinales
que afecten negativamente al tránsito regular.
La solución a este problema es relativamente sencilla y
normalmente remite con unos días de reposo digestivo en los que deberá beberse
abundante líquido fuera de las comidas y elegir alimentos ligeros que no dificulten la digestión. En los casos
más extremos podrá recurrirse a los laxantes vía oral o rectal según determine
el especialista.
Cuando el estreñimiento se presenta de forma recurrente o
durante tiempo prolongado, puede indicar la existencia de alguna enfermedad o
trastorno más severo que se deberá evaluar para determinar el origen del
problema.
El embarazo es otra causa recurrente del estreñimiento
transitorio, pues durante los nueve meses de gestación se produce un
desplazamiento gradual de los órganos próximos al útero produciendo una
compresión en los intestinos que dificulta su tránsito normal.
En la mayoría de los casos no precisa tratamiento y al
margen de las molestias ocasionadas no supone ningún problema, pero en los
casos más severos se pueden recurrir a los laxantes que no estén
contraindicados para su estado previa supervisión del especialista médico.
El sobrepeso y la obesidad también influyen en el
estreñimiento favoreciendo que se haga crónico y en este punto, la única forma de
solucionar el problema es mantenerse dentro de los niveles normales porque los
laxantes sólo proporcionan alivio temporal y si se consumen de forma recurrente
el organismo puede acostumbrarse a ellos agravando todavía más el problema.
El sedentarismo es otro hábito de vida que resulta
contraproducente para el funcionamiento intestinal, pues al pasar largas
jornadas sentados se dificulta su actividad o movimiento, siendo recomendable
realizar alguna actividad diaria aunque sólo sea pasear durante al menos media
hora para que se reactive. El momento propicio para llevarlo a cabo sería
después de las comidas.
Algunos medicamentos como los antibióticos pueden afectar a
la flora intestinal y como consecuencia disminuir el tránsito y en estos casos,
el problema se detecta porque los síntomas aparecen al poco tiempo de
administrar la medicación y se revierten una vez que se abandona el
tratamiento.
Los probióticos son alimentos enriquecidos que contribuyen a
regenerar la flora intestinal, aumentando el número de bacterias que
intervienen en la descomposición de deshechos y pueden utilizarse como
tratamiento alternativo o complementario para restablecer las funciones
intestinales y disminuir los síntomas asociados a su condición.
La diverticulosis es una infección que afecta a las paredes
intestinales como consecuencia de acumular deshechos durante años, la mala
alimentación, el escaso aporte de fibra en la dieta y el deterioro de la flora
intestinal, son los principales precursores de esta afección que puede complicar
en gran medida la salud digestiva del paciente y causar malformaciones graves
en el intestino.
Esta condición puede presentarse entre la tercera y cuarta
década de vida manteniéndose asintomática durante años, pues la sintomatología
asociada puede confundirse fácilmente con el
estreñimiento ocasional y la indigestión (dispepsia).
El tratamiento cuando existe infección diagnosticada puede
incluir antibióticos y analgésicos cuando también se produce dolor. Para
controlar la enfermedad y evitar su evolución se deben cambiar los hábitos
alimenticios incrementando el consumo de frutas y verduras que aporten los
nutrientes necesarios reduciendo también los niveles de almidón suministrados
durante la dieta, evitando la ingesta de pastas, arroces, pan blanco, azúcares
y harinas procesadas en general.
La diverticulitis se produce cuando la diverticulosis no se
atiende o no se controla, pues los depósitos acumulados terminan perforando las
paredes del intestino deformándolas y produciendo cavidades (bolsas) en las que
se continúan acumulando las sustancias tóxicas agravando cada vez más el
problema.
La sintomatología asociada a la diverticulitis es mucho más
persistente e intensa pudiendo intercalar periodos de estreñimiento y diarrea
acompañados de fuertes dolores abdominales, náuseas, vómitos, fiebre, fatiga,
debilidad y malestar general.
Para detectar las cavidades formadas por los divertículos se
realizará un examen del tejido mediante colonoscopia y una limpieza quirúrgica
o extirpación del tejido dañado si procede. Para tratar la infección se
suministran antibióticos como tratamiento de choque durante dos o tres semanas
que se deben combinar con una dieta rigurosa.
La alimentación de las personas con diverticutilis adopta
medidas restrictivas de por vida, debiendo
suprimir en la medida de lo posible todas las harinas procesadas y
reducir al máximo el consumo de carnes, especialmente la roja.
Si la diverticulitis
no se trata y no se controla puede ocasionar graves problemas de salud como una
peritonitis, inflamación de la pared abdominal que puede resultar mortal. El
cáncer de colon es otra complicación frecuente de la diverticulitis a causa de
la inflamación crónica del epitelio intestinal provocando la neoplasia de sus
células.
Algunas enfermedades inflamatorias del intestino como la
enfermedad de Chron también se caracterizan por la aparición de estreñimiento
frecuente asociado a otros síntomas específicos, pues el estreñimiento por sí
mismo no resulta válido como punto de referencia para diagnosticar la
enfermedad.
El cáncer de colon responde a un escaso porcentaje de los
casos de consulta por estreñimiento crónico y generalmente se presenta en
personas de 55 años en adelante, las patologías y trastornos citados
anteriormente pueden inducir su aparición en menos tiempo dependiendo de los
condicionantes individuales de cada enfermo.
Remedios caseros para el estreñimiento
Hablando de los remedios caseros para el estreñimiento,
encontramos una serie de remedios que pueden resultar sanos y de ayuda para
tratar estos problemas de evacuación. Te citamos algunos de los más conocidos.
1.
Avena
Tomar comidas muy ricas en fibras ayudará a aliviar el
estreñimiento. Los copos de avena contienen mucha fibra. Para tomarlos, puedes
mezclar los copos (mejor que sean ecológicos y finos) con agua y limón.
2.
Aceite de oliva sobre el vientre
Se dice que colocando aceite de oliva sobre nuestro vientre
y frotándolo de forma circular hacia la dirección de las manecillas del reloj,
podrá ayudarnos para la evacuación. Esto se recomienda hacer diariamente al
despertar para darle un mayor tráfico a nuestra evacuación.
3.
Comer manzanas hervidas
La manzana hervida puede ayudar en la aceleración de
nuestros intestinos y por lo mismo, reducir los problemas de estreñimiento. No
podemos dejar de mencionar que se recomienda en un principio comer las manzanas
sin piel y conforme nuestra evacuación se haga frecuente, es entonces que
podremos cambiarla a manzanas con piel.
4.
Infusión de malva
La malva puede resultar una gran opción, debido a que está
infusión ayudará a acelerar el proceso de evacuación en nuestros intestinos. Se
recomienda tomar este té o infusión diariamente antes del desayuno.
oma en ayunas un zumo de naranja natural con la de un par de
kiwis. Te aportarán fibra a la vez que refrescarán intestinos y estimularán las
descargas biliares.
Recomendaciones y consejos en el tratamiento del
estreñimiento
1. Beber suficiente agua fuera de las comidas ayuda a
mantener los tejidos hidratados y ablandar las heces favoreciendo las
deposiciones.
2. Reducir el consumo de alimentos procesados y harinas
refinadas para evitar fermentaciones intestinales.
3. Practicar ejercicio regular para evitar el estancamiento
de la actividad intestinal
4. Consumir abundantes frutas y verduras para recibir el
correcto aporte de nutrientes y fibra que favorezca la limpieza intestinal.
5. No utilizar laxantes sin prescripción ni acostumbrarse a
su consumo para regularizar el tránsito porque el intestino podría
acostumbrarse y ralentizar progresivamente su actividad agravando el problema.
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